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  • Foto del escritorRed Bancos de Alimentos

Menos desperdicio, más futuro #QueLaComidaNoSeTire

Actualizado: 8 oct 2020

En un mundo donde aumenta cada vez más rápido la pobreza y la inseguridad alimentaria, se estima que 1/3 de los alimentos de toda la industria alimentaria (producción y consumo) a nivel global se pierde, desperdicia o no llega a un plato de comida. En este año, donde la pandemia a causa de la enfermedad por la COVID-19 ha complicado aún más las cadenas de suministro de alimentos, en Argentina, durante el primer semestre de 2020, en el marco de la pandemia, 30,4% de los hogares se encuentran por debajo de la línea de la pobreza.


Desde los Bancos de Alimentos trabajamos constantemente para reducir el hambre en nuestro país y concientizar sobre la importancia de reducir el desperdicio de alimentos. Durante el 2020, debido a la creciente demanda y necesidad poblacional, los Bancos de Alimentos redoblamos esfuerzos y reforzamos protocolos sanitarios para continuar con nuestro trabajo.



¿Por qué hablamos tanto de desperdicio como de pérdida? Si bien ambos conceptos pueden sonar parecidos, los mismos afectan diferentes etapas del mundo industrial como minorista. Se habla de pérdidas de alimentos en las etapas de producción, post-cosecha, procesamiento, almacenamiento, transporte y distribución; y de desperdicios de alimentos en las etapas finales de las cadenas durante la venta minorista, hasta el consumo en los hogares y servicios de alimentación.



De las 16 millones de toneladas que la Argentina pierde y desperdicia; 14,5 millones ocurre durante las etapas de producción, procesamiento y distribución de la cadena de suministro y 1,5 millones de toneladas extra se desperdician anualmente a nivel minoristas o consumidores.


Durante el contexto COVID-19 actual que enfrentamos a nivel mundial y por fuera de las 690 millones de personas que pasaron hambre a nivel global en 2019, se estima que la cifra aumentará entre 83 a 132 millones. Hoy contamos con la oportunidad de comenzar un cambio de hábitos y desempeñar un rol clave en la reducción de la pérdida y el desperdicio.


Es necesario entender que al desperdiciar comida no sólo estamos hablando de una pérdida a nivel alimentario, sino que también hablamos del impacto que tiene en todo el proceso involucrado: producción, transporte, retail, costos, tiempo y, sobre todo, recursos.


“Se evitaron 12.390 millones de kilogramos de dióxido de carbono equivalente (C0₂eq) de gases de efecto invernadero (...) el equivalente a casi 2.7 millones de vehículos de pasajeros estadounidenses conducidos en un año”

- Lisa Moon, President & CEO Global FoodBanking Network


#QueLaComidaNoSeTire no es un Hashtag más: representa un llamado a la acción hacia la comunidad, para que todos aportemos desde nuestro lugar con el fin de terminar con el desperdicio de alimentos. Se estima que 1/3 de los alimentos que se producen a nivel mundial no llegan a un plato de comida. 


Te invitamos a seguir en redes sociales la campaña y sumarte a la acción: compartí maneras de cambiar hábitos, recetas para reducir el desperdicio, difundí el mensaje para  que más gente pueda comenzar a generar impacto y, lo más importante, actuemos hoy. 


Colaborá con los Bancos de Alimentos para que cada vez haya menos desperdicio y menos hambre





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